Nos hemos ido con Juan y Ana unos días a Sabiote y lo hemos pasado de lujo. Nos hemos dado una panzada a ver olivas. Hemos estado en las de Chiripa, en Vega Fría, en Matael val... las hemos pateado y hemos disfrutado de sus paisajes. Hemos ligado con los primos, un día en el bar y otro en su casa porque en Sabiote no se va de copas, se va de ligues. Hemos compartido horas con Antonio y Pepa que no han parado de agasajarnos con productos de su granja. Hemos jugado al Dominó en los pocos ratos libres. Fuimos al mercadillo que allí es los jueves. Nos dio tiempo a dar una vuelta al Castillo en Sabiote que tiene una iluminación muy bonita y conocer la ermita de San Ginés, a hacernos unas fotos en La leal villa de Sabiote y ha recoger en la Cooperativa el ansiado aceite Sabioliva que es una maravilla. A la casa la dedicamos el tiempo justo y eso que se hace de noche pronto que si no no se si la hubiéramos reconocido . En Ubeda recorrimos una vez más sus calles y visitamos la Basilíca de Santa María de los Reales Alcázares por dentro que nos gustó mucho, era como un conjunto de todos los artes arquitectónicos juntos. Al Ayuntamiento entramos por una puerta cruzamos el patio y salimos por otra, un recorrido muy bonito. Allí compramos Gamusinos que descubrimos que son unos dulces que proceden de Burgo de Osma.
Lo hemos pasado muy bien y hemos estado muy agusto, ha hecho muy bueno y la casa la hemos calentado muy bien con la leña de las olivas. A Jaen le tenemos un cariño especial a través de Ana que nos transmite su pasión de corazón, es una Sabioteña de pura cepa y a pesar de que lleva casi toda su vida fuera de allí cuando llega se transforma y se la ve como disfruta. Seguro que volveremos más veces con ellos, hemos hecho amigos y nos gusta ir y compartir con ellos charlas y ligues.
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