sábado, 23 de abril de 2011

Una semana por Torrevieja 15-23 de Abril







Teníamos ganas de ver el sol y el mar y nos animamos unos a otros para ir juntos a Torrevieja. Fátima y Benito, Marino y yo. Ganas teníamos de ver el sol y con las mismas nos hemos venido porque no ha hecho nada bueno. Benito, muy valiente, se bañó un día y Fátima como chicarrona del norte otro, pero mientras ellos se bañaban nosotros paseábamos con chandal puesto y buscando el sol. Hemos buscado otras alternativas a la playa y nos hemos ido de visita a Orihuela, Elche, La Mata, Las Lagunas y en Torrevieja hemos visitado el Centro de Interpretación de las Salinas, y muchos Museos, en la Sala de exposiciones de la antigua Estación de Renfe uno de la Marina, el del Mar y la sal, uno de las Habaneras. También hemos entrado en un Submarino y en una Fragata y el resto a pasear por Torrevieja. Algún que otro vino y cerveza lo han pagado y hasta alguna procesión, por cierto muy originales. Tere estaba ya allí y se nos unió a la panda por lo que los cinco recorrimos todos los lugares.

Ellos se marcharon para Palencia el jueves y justo ese día llegaba Flor, fuimos a buscarla a Alicante y aprovechamos para ver el Castillo de Santa Bárbara que nos gustó mucho por las panorámicas que se divisan desde las alturas donde está ubicado.

Nos propusimos visitar un auditorio que acaban de inaugurar y que nos anunciaban espectacular y lo intentamos por una vez con Benito en el coche pero no encontramos la entrada y por segunda vez andando. El Tomton anunciaba 3,700 km. por lo que muy cerca no estaba pero nos pareció bien para pasar una tarde entretenida. Nos costó llegar porque no están indicados los accesos por ningún lado pero lo peor fue que estaba cerrado a pesar de que en Turismo nos dieron un papel en el que se indicaba una visita guiada para esa tarde. Entre ir y volver 2.30 h. de andar. Descansamos con la cervecita y el pincho y ya dimos por concluida nuestra visita a Torrevieja. El sábado para Alcalá, para ver nubes lo mismo da en un sitio que en otro.

Lo bueno la compañía, como hemos estado muchos ha habido para hablar más y para entretenernos unos con otros, solos hubiéramos durado menos en el lugar.

sábado, 16 de abril de 2011

La semana de Marina del 9 al 16 de Abril










Ha sido una semana completa de disfrutar con Marina, la tuvimos en casa el fin de semana. La buscamos para llevarla a la inauguración de las fiestas del Centro y se vino a dormir a casa, la llevamos a los juegos que se realizaron en la bolera y comimos allí, descansamos en casa hasta la hora del teatro y luego hicimos la obra. El martes la entregaron un diploma de inglés que había superado al terminar segundo y que consiguió con el mejor de los grados. Era el Trinity. El miércoles ganó un maratón de matemáticas y el jueves estaba yo otra vez en el mismo lugar, en el Colegio García Lorca, viéndola recoger un premio por lo conseguido. El viernes la daban las notas, unas notas sobresalientes y en observaciones felicitaciones de su tutor a los padres por su actitud y su comportamiento.

Tiene 8 años y ha sido una semana triunfal para ella pero yo también disfruto mucho de sus logros y ella me hace partícipe de ellos pidiéndome que vaya a las fiestas que se organizan en el cole para la entrega de los premios. Para mi es una gozada verla con la ilusión que me recibe, voy encantada a donde me pide y disfruto muchísimo con ella viéndola y escuchando sus peripecias que son muchas.

domingo, 10 de abril de 2011

Fiestas del Centro del 8 al 10 de abril









El viernes fue el pregón de las fiestas a las 8,30 a cargo de Curro y sobre los Comuneros, estuvo muy bien, siempre, es una apuesta segura. Después un vino para los socios. Marina se quedó con nosotros, a ella la gusta y a nosotros nos encanta. El sábado por la mañana nos fuimos las dos andando a la bolera, había juegos autóctonos, yo jugué a la rana y a los bolos leoneses, se podía jugar también a la calva y al tango, después degustación de arroz castellano. No me se la receta pero estaba buenísimo. Tuvimos un poco de tiempo para descansar antes de ir a la representación de la obra de teatro. Empezamos a las 8,30 y acabó cerca de las 11,oo horas. La obra se titulaba Que viene mi marido de Arniches. Lo que percibimos fue que la gente se divirtió. Nosotros quedamos muy contentos de como salio. No hubo nada importante de reseñar, en cuanto a fallos hubo más bien pocos. Ya relajados tomamos unos vinos y llegamos a casa cerca de la una de la mañana. El domingo por la mañana madrugué me fui a misa y después a un mitin del Psoe que venía, Zapatero, Tomás Gómez, Javier y Eusebio. Disfruté un montón el rato que compartí con tanta gente con la que me sentía identificada, algo que no ocurre en el día a día.

Por la tarde tocaba actuar otra vez, ahora con el grupo de jotas y los nervios estaban a flor de piel. Estrenábamos cosas nuevas y no queríamos quedar mal. Yo creo que no quedó mal la actuación pero no me ha dado tiempo a constatar opiniones. Por fin unos vinos ya relajada aunque tan cansada que no se si hoy podré dormir o me tocará la "noche en blanco".

jueves, 7 de abril de 2011

Visita a Madrid 5 de abril






El martas fuimos a Madrid tras ponernos de acuerdo con Alberto y Lola. Nos fuimos Fátima, Marino y yo. Visitamos el Palacio de Cibeles, yo le conocía cuando era el edificio de Correos pero ahora le han restaurado y va a ser la sede del Ayuntamiento de Madrid. Es un edificio espectacular, grande, luminoso y artístico, con un mirador en la planta 8 con unas vistas de Madrid que es digno de admirar. Estuvimos como una hora paseando por el interior del edificio. Nos gusto mucho y nos alegramos de ir a verlo. Allí nos juntamos con Alberto y los cuatro fuimos andando al Instituto de Lola que está frente al Vicente Calderón. Nos dimos un buen paseo y así disfrutamos de Madrid por sus calles cosa que hacemos en raras ocasiones y que a mi tanto me gusta.

En el Instituto, Lola nos enseñó un aula de las informatizadas, con pizarras electrónicas. ¡Cómo me gustaría volver al colegio!. Que gozada. Están en desarrollo pero es una chulada, los niños no saben lo que tienen. Después de este rato de volver a la niñez tocaba descansar y recuperar fuerzas que ya iban muy mermadas. Comimos en el bar del Museo del Atlético de Madrid, en honor a Marino, el Club de su alma. Comimos muy bien y terminamos la tarde madrileña paseando por el río Manzanares, otro tramo diferente del que habíamos recorrido no hace mucho. Cruzamos por el puente ultra-moderno que nos llevó cerca de Marqués de Vadillo donde cogimos el metro para volver a Alcalá.

Llegamos con el tiempo justo para pasar por casa e ir al ensayo de jotas. Una hora y media que se me hizo eterna pues estaba deseando de sentarme y poner los pies en alto.

Un día muy agetreado pero estupendo, ojalá hubiera muchos de estos días.

domingo, 3 de abril de 2011

Hornazo, Noche en Blanco y comida familiar 3 de abril




Fin de semana completito. Mi hermano y mi cuñada vinieron con tiempo, el sábado, para ver al Real Madrid que jugaba a las 6 pero mi cuñada y yo nos fuimos a hacer acto de presencia en los actos anunciado para la Noche en Blanco. Dimos una vuelta por el Arqueológico, la Capilla del Oidor, la calle Mayor, La Paloma, etc. Había un ambiente increíble y más gente de la que podíamos imaginar y aunque nos hubiera gustado quedarnos por allí tuvimos que irnos porque la cita estaba en otro lugar. El Centro celebraba el día del Hornazo, la cena fue como últimamente en el Asador de Ángela, nos juntamos 175, el menú hornazo con vino y helado y pasta, con un regalo de navaja con tenedor. Estaba muy bueno y después música de disco. Comenzamos a las nueve y media de la tarde y salimos del local a la una de la mañana. Volvimos a la Plaza de Cervantes, había un concierto que sonaba de maravilla pero solo llegamos a las últimas piezas, íbamos nosotros mi hermano y mi cuñada, Benito y Fátima, Floro y Pepi y perdimos en el camino a Ana y a Juan que no encontraron donde aparcar y se fueron para Meco. Nos acomodamos a tomar una cerveza y a casa llegamos a las tres de la mañana. El domingo aprovechamos para juntarnos la familia porque no nos resulta fácil, salimos a tomar una tapa y después a comer. Habíamos encargado una paella y nos la comimos en La Abadía, estaba muy buena y pasamos un rato la mar de agradable. Alberto se unió a la comida y eso siempre anima el cotarro.