Visitando Noruega. 22 de agosto

Este viaje ha sido un regalo imprevisto. Vicente y Maribel tenían dos plazas libres en un viaje y por suerte se acordaron de nosotros. Nos lo dijeron con poco tiempo pero enseguida nos animamos. Fuimos convencidos de que nos iba a hacer frío pero todo lo contrario, una semana primaveral y maravillosa. Fuimos en avión a Oslo y el resto en bus. Un crucero por el Fiordo de los sueños fue el complemento a una visita que me enamoró. El país es verde y agua se mire por donde se mire. Las cascadas, impresionantes por todos los sitios. El Crucero por el Fiordo de los sueños un encanto. Una mañana de andar para visitar un glacial una gozada. Oslo no me pareció nada del otro mundo, me gustó el Parque Vigeland pero en general no me emocionó, lo ques i que me gustó fue Bergen, tanto desde abajo, paseando, como desde arriba con esas vistas tan impresionantes. Me gustó mucho el recorrido del Tren de Flam, las vistas maravillosas. En fin que la naturaleza en este país me parece que puede con todo. Por la arquitectura o el arte no volvería pero los los paisajes me quedaría allí. Creo que voy a repetir para seguir hacia Cabo norte, ahora a ver si hacemos un crucero por esa zona y en junio para ver el deshielo y la nieve porque de eso no hemos visto nada de nada. Un viaje estupendo.