A Ana Belén la vi crecer en la tripa, la vi nacer y la he visto crecer, es una más de mi familia. Que su madre es mi mejor amiga, todo el mundo lo sabe, que hemos disfrutado mucho juntas también, y que llevamos mucho pasado también, por eso esta boda era tan especial y a resultado fantástica.
El acto religioso fue en la iglesia de Santa Teresa en Azuqueca y el ágape en La Hacienda de Los Santos. La novia iba muy guapa y la madre estupenda, y nosotros acompañamos encantados. Estuvimos con Pili y Primi y pasamos muy agradable velada. Juan emocionadísimo no pudo contenerse con su niña. El nieto de ambos se portó genial y fue simpatiquísimo. Encantados del evento, al novio que ya era de la familia, le tenemos mucho aprecio así que todos tan contentos. Nos regalaron vino y aceite, ¿qué más se puede pedir?.
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