martes, 24 de mayo de 2016

Unos días por Andorra. 18 de mayo













El viaje continuaba cambiando de país y por carreteras de montaña. El paisaje una gozada, el agua y el verde para disfrutar por espectaculares. Nos ubicamos en Encamp, en un hotel de apariencia antiguo pero muy bien ubicado y visto por detrás con el río a los pies y su decoración resultaba muy agradable a la vista. Tomamos contacto con el pueblo con un paseíto por sus calles y acabamos viendo al Sevilla con el Liverpool y disfrutando del triunfo del Sevilla. 
Al día siguiente primero a Canillo, un pueblo pequeñito por el que dimos un paseo muy agradable camino del Santuario de la Patrona, Meritxell, una imagen curiosa pero poco agraciada, para mi gusto y el santuario raro, de Ricardo Bofill, que lo construyó después de un incendio y en un enclave muy bonito como todo por allí. Lo siguiente el Lago d´Engolasters, subimos a 1616 m por una carretera de curvas y desnivel que impresionan. Un paseo hasta llegar al lago por un camino de tierra entre árboles de lo más agradable y el paisaje que se va abriendo hasta la llegada espectacular tanto por el colorido como por el enclave. A la vuelta paramos en La iglesia de San Miguel de Engolasters, una iglesia con una torre desproporcionada con respecto a lo que es la iglesia en si, y muy bonita en su conjunto y con un mirador desde el que se aprecia, Andorra la Vella y Escaldes Engordany con unas vistas espectaculares de toda la ciudad. Por la tarde a Andorra la Vella y de compras. Eso decía la publicidad porque nosotros comprar, comprar no compramos, nada de nada. 
Al día siguiente a Os de Civis, el pueblo leridano que solo tiene entrada a través de Andorra y que tiene un enclave increíble, es de estos sitios que no sabes como a alguien se le puede ocurrir hacer una casa y que otros le sigan. El enclave es precioso, subimos a la iglesia que está en lo alto por calles con barandilla para poderte agarrar por el desnivel y escaleras por todos los sitios. No encontramos a nadie en el recorrido pero está muy cuidado, tanto las calles como las casas. Es de estos pueblos que no olvidas, ni confundes con otros porque no hay parecidos. Por la tarde a Escaldes Engordany de nuevo de compras y de nuevo sin comprar. Aquí este el Balneario famoso de Caldea, había posibilidades de pasar la tarde allí pero no íbamos preparados para el evento y no nos decidimos, lo dejamos para otra vez que volvamos. 
El último día nos acercaron a un centro comercial sin nada en particular y a visitar Ordino, un pueblo más de los bonitos del lugar, con el río que no puede faltar, su desnivel, su iglesia en alto y sus paisajes. Y desde aquí a comer y a Lerida al AVE. El Ave una experiencia que nos encantó, no se si quiero más viajes de estos ya si no hay AVE. Nos quitamos lo pesado del viaje, en un plis plas te pones en el lugar y a empezar a disfrutar. Encantada de los días pasados y de la compañía que es jugar a caballo ganador, nunca falla. Lo de espectacular no se cuantas veces lo he repetido pero es que no tengo otra palabra para decir lo que me ha parecido la excursión.

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