Teruel era la única capital de provincia española que no conocía y que tenía muchas ganas de conocer. Muchas veces había intentado ir a visitarla pero en el último momento siempre se malograba. Por fin esta vez encontramos la fecha para hacer el viaje y nos apuntamos a un programa de Rutas Culturales para mayores de la Comunidad de Madrid.
La cosa no empezó bien porque salimos de la Plaza Elíptica con tres cuartos de hora de retraso de la hora prevista y no nos dieron razones. Al salir el conductor se equivocó y salimos por la M30 en dirección contraria y eso fue otra media hora de retraso o más. La guía ya no nos gustó porque se dirigía a nosotros como culpándonos del problema. El primer día visitamos Teruel y como teníamos guía del lugar y resultó muy bien el resto quedó en el olvido.
El segundo día visitamos, Alcalá de la Selva, por nuestra cuenta, Rubielos con un guía del lugar y Mora de Rubielos solos. Aquí empezaron las discusiones, las pérdidas fueron constantes y la organización nefasta.
El tercer día fuimos a un Museo Minero en Andorra, y un secadero de jamones cerca de Molinos. En Molinos comimos con una hora de retraso porque 9 km. nos costaron una hora y media de viaje hasta que la Guardia Civil y el dueño del restaurante nos ayudaron a llegar al lugar. A las cuevas de Las Grutas del cristal no nos perdimos porque los del restaurante, muy amables, nos acompañaron. El paso por Órganos de Montoro, que fué lo siguiente, fue toda una odisea. Terminamos con un paseito por Villarluenga. Las pérdidas y la falta de previsión, creo yo, ocasionaron la falta de gasoil y al no tener una gasolinera cerca nos socorrieron en una nave en un pueblo y repostamos en ella. La amenaza de la guía de poder encontrarnos sin cena en el hotel por las más de dos horas de retraso que llevábamos provocó un gran enfado en el autobús. Con los ánimos calentitos llegamos al hotel donde nos esperaban amablemente y nos recibieron como si llegáramos a la hora. La guía se había inventado todo.
El segundo día visitamos, Alcalá de la Selva, por nuestra cuenta, Rubielos con un guía del lugar y Mora de Rubielos solos. Aquí empezaron las discusiones, las pérdidas fueron constantes y la organización nefasta.
El tercer día fuimos a un Museo Minero en Andorra, y un secadero de jamones cerca de Molinos. En Molinos comimos con una hora de retraso porque 9 km. nos costaron una hora y media de viaje hasta que la Guardia Civil y el dueño del restaurante nos ayudaron a llegar al lugar. A las cuevas de Las Grutas del cristal no nos perdimos porque los del restaurante, muy amables, nos acompañaron. El paso por Órganos de Montoro, que fué lo siguiente, fue toda una odisea. Terminamos con un paseito por Villarluenga. Las pérdidas y la falta de previsión, creo yo, ocasionaron la falta de gasoil y al no tener una gasolinera cerca nos socorrieron en una nave en un pueblo y repostamos en ella. La amenaza de la guía de poder encontrarnos sin cena en el hotel por las más de dos horas de retraso que llevábamos provocó un gran enfado en el autobús. Con los ánimos calentitos llegamos al hotel donde nos esperaban amablemente y nos recibieron como si llegáramos a la hora. La guía se había inventado todo.
El cuaarto día Albarracín, no sabíamos si ir o quedarnos en casa pero como era uno de los motivos por los que queríamos ir al viaje, fuimos a la visita, muy bonito por cierto y con guía del lugar sin ningún problema. A partir de ahí dimos por terminado el viaje con conductor y guía y irnos por nuestra cuenta. El resto lo pasamos en Teruel. Ahora nos toca reclamar e intentar que se enteren no sabemos donde. Nos han amargado unos días que debían haber sido para disfrute y hemos dejado de visitar lugares que llevábamos pagados. Por el momento estamos aprendiendo para próximos. Era el primero que hacíamos de la Comunidad de Madrid y la experiencia a sido desastrosa.
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