lunes, 19 de agosto de 2013

Sabiote. Sueño cumplido. 15 de agosto










Desde que nos conocimos Ana y yo hace casi 40 años en Cointra, no hemos dejado de planear el juntarnos en Sabiote, su pueblo. Hemos ido de vacaciones juntos a la playa, hemos viajado, han venido a Villaflor, a Torreiglesias, pero Sabiote por h o por b no había sido sitio de encuentro. Esta vez se cumplió el deseo y se cumplieron las expectativas. He disfrutado del paisaje, el pueblo está en un alto y se divisa una extensión de olivar difícil de olvidar. Tiene un castillo, recientemente rehabilitado, con un montón de dependencias en muy buenas condiciones y unos miradores impresionantes para divisar las amplias zonas de olivar. La parroquia de San Pedro de una riqueza extraordinaria. Coincidimos con el comienzo de la fiesta de San Guinés, el Patrón del pueblo y es de una talla que no recuerdo haber visto otra tan grande. Hemos tenido la suerte de participar en una mínima parte del trabajo que conlleva el mantenimiento de las olivas y hemos ido dos mañanas a ayudarlos a "chuponar". Con el frescor de la mañana y la salida del sol la situación en lo alto y entre olivas he disfrutado como una enana. Ana tiene una casa estupenda y hemos estado comodísimos:
Hemos paseado por el pueblo con fresco y con mucho calor, como no queríamos perdernos nada hemos salido a la calle con calor, pero ha valido la pena. Ana ha disfrutado enseñándonos su cole, la casa de su abuela, las de sus amigas, las de la familia, las de los ricos, las de los pobres, hemos bajado al río, en fin no se ha quedado un detalle que recordara que no nos contara y lo hemos disfrutado de lo lindo. El pueblo tiene Albaicín, una zona pobre en el pasado pero muy bien conservada, limpia y bonita en el presente. Hemos conocido a unos vecinos que lo comparten todo y con los que hemos congeniado muy bien y hasta hemos comido en su casa y nos han regalado "pan de higo" un dulce que está para chuparte los dedos, y como no hemos tomado cervezas en las terrazas de sus bares. Hemos repetido visita a Úbeda, que está al lado, y nos ha encantado volver a pasear por una ciudad tan bonita. Nos hemos traído olivos con la ilusión de que crezcan en Villaflor, pero en un clima tan diferente entendemos que será difícil. También nos hemos traído aceite, como no. Nos hemos comido unas ensaladas, la mar de ricas, con nuestros tomates y el aceite de Ana, ¡menuda combinación!. 
Ha sido un viaje estupendo, de los que no se olvidan y de los que te quedas con muchas ganas de repetir, esperemos que podamos volver pronto aunque tenemos claro que vayamos donde vayamos lo que nos importa es estar juntos que disfrutamos un montón en compañía unos de otros, una amistad de tantos años dura por algo. 

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