lunes, 15 de agosto de 2016

Una escapadita por León y Zamora. 13-14-15 de agosto







Nos hemos escapado tres días y nos hemos ido uno al Bierzo a ver a Maribel y Toni. Unos anfitriones estupendos. No pararon para que pudiéramos ver lo más posible en el poco tiempo que teníamos. Su pueblo está en un enclave precioso, entre montañas, de un verdor espectacular y lleno de castaños. Los recorridos por allí, aunque sea a sitios cercanos, son largos y una curva tras de otra. Visitamos un pueblo que como curiosidad tiene uno de los nombres mas largos de España; Colinas del Monte de Martín Moro Toledano, es una pedanía de Igüeña, tiene unos 70 habitantes y está declarado Conjunto Histórico-artístico. Es precioso lo mires por donde lo mires, tiene una iglesia pequeñita, monísima y tuve la suerte de llegar cuando empezaba la misa y allí recordé los 34 años que falta mi padre. Un cura muy peculiar con el que hablamos a la salida porque es el del pueblo de Maribel y nos puso al día de todo lo que valía la pena ver y recordar del lugar, me gustó mucho, hasta me compré unos pendientes hechos a mano, pequeñitos, a mi gusto. Desde allí nos fuimos a cenar a Igueña, a un restaurante que se llama "La Playa" y que está en una zona de Playa fluvial, con bonitas vistas y una terraza exterior junto al río Boeza. Hacía una noche estupenda y disfrutamos un montón del lugar. Maribel y Toni lo conocían bien y no nos defraudó. Cenamos de lujo. El día lo terminamos en Folgoso de la Ribera tomando unos cubatas en otro restaurante junto a un río, hacía una noche de lujo para la zona porque estuvimos de manga corta cosa de lo más rara por el lugar. 
Al día siguiente nos llevaron a ver una cantera y las vista que desde ese lugar podíamos observar, y no me canso de decir que es una maravilla. El domingo nos juntamos en Benavente con Piedad y Urbano y comimos con ellos. Piedad nos llevo a ver su pueblo, Cazanuecos, también de León pero nada parecido al de Maribel, Este en llano totalmente, rodeado de maizales que le daban otra belleza distinta. Me gustó mucho verlo con ella y ella disfrutó enseñándonoslo. Es muy pequeñito y lo recorrimos en poco tiempo y nos llevaron a La Bañeza a tomar algo, eran las fiestas y estaba a tope, era difícil ver algo en el pueblo e imposible cenar así que volvimos a Benavente y cenamos en el hotel en San Cristobal de Enteviñas, al lado de Benavente. Estábamos matados pero no perdonamos la copa antes de ir a dormir. El último día en pocos kilómetros hicimos un montón de paradas. Primero en Tordesillas, después en Rueda a comprar vino, después a Medina del Campo al castillo y a comer que nos resultó muy difícil. Todo lleno por todos los lados pero por fin donde caímos comimos bien y terminamos en Madrigal dando una vuelta con Felix y disfrutando de ese pueblo que me encanta. Con las fuerzas renovadas después de unos estupendos días, volvemos a Villaflor, de momento a descansar y mañana será otro día. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario