Hoy ha sido la Confirmación de Marina. Hemos tenido la misa a la una en El Santo Angel. Creíamos que siempre la decía el Obispo, pero la ha dicho el Vicario que ha coincidido que es Javier, el cura con el que estaba mi madre en la Parroquia de Santiago y también ha acompañado entre otros Angel el cura que estaba en esa iglesia cuando yo iba de catequista. En fin que ha sido como retroceder en el tiempo, una casualidad.
Lo de que no fuera el Obispo solo ha servido para aumentar nuestro desencuentro con él. Nunca me han gustado y cada vez me demuestra más que no está en el sitio adecuado. Marina iba guapísima, parece una chica mayor, no una niña de once años. Hemos comido después en el Extremeño, buenísima la comida y estupenda la compañía. Un día más con Marina que para nosotros es como un poco nuestra y sus cosas forman parte de nuestra vida como una más de la familia.
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