viernes, 3 de agosto de 2012

Valle del silencio. 31 de julio



Visitamos el Castillo de Ponferrada por la mañana y después nos fuimos camino de Peñalba de Santiago, nos costó un triunfo llegar porque las carreteras son malísimas y no vienen ni en el GPS, llegamos gracias a un ciclista que se digno acompañarnos en un tramo. El enclave del pueblo y el pueblo en si son una joya, la iglesia mozárabe lo más. Dimos una vuelta al pueblo y nos fuimos camino de San Pedro de Montes, allí nos recibió una mujer que nos enseño la iglesia y el monasterio muy deteriorado pero digno de verse. Para terminar el recorrido que tardábamos una hora para hacer treinta kilómetros fuimos a la Herrería de Compludo que después de llegar con tanto sufrimiento nos encontramos que estaba cerrada. La vimos por fuera y aunque el paisaje para llegar era muy bonito nos enfadamos mucho de lo poco que se preocupan en informar para no hacerte dar el paseo en balde. Comimos en Molinaseca un pueblo que conocimos hace muchos años y que en las fotos que hice no conseguí ubicar, ahora al menos veinte años después voy a ponerlas nombre. La comida muy buena y muy bien atendido. Desde aquí el regreso ya fue sin paradas y antes de hacerse de noche estábamos en Villaflor. Un viaje muy bonito, la naturaleza siempre gana a las ciudades y esta zona es una maravilla. La compañía iba elegida y nunca falla así que perfecto, sin más.

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