Me ha encantado ir a Cuenca, he hecho un poco de trampa y Marino ha colaborado en ello. Mi regalo en su cumpleaños ha sido ir a comer a Cuenca y para allá que nos hemos ido. Fátima se ha venido con nosotros que también la apetecía dar una vuelta por esa bonita ciudad. No habíamos ido nunca y nos ha gustado mucho, tiene un enclave natural que la hace diferente a cualquier otra. Situada entre las hoces de los dos ríos resulta impresionante, las casas en las laderas, el paisaje desde cualquier sitio es una gozada, solo una pega que es cansadísimo por la cantidad de cuestas y escaleras que tiene. Hemos hecho algunas paraditas y la más importante a comer. El restaurante elegido nos lo había recomendado Juana Mari y ha sido un acierto total. Después de comer ya hemos podido hacer poco porque no podíamos con las piernas.
Al llegar a Alcalá nos esperaba Alberto para felicitar y dar el regalo a su padre y que le va a gustar más que el mío porque es una entrada para ver al Atlético de Madrid con el día a elegir y después Flor que venía de Madeira y se ha presentado con una botella de vino de la zona. Ayer también le trajo Angel otra botella, esta de Viña Albali así que lo va a poder celebrar de maravilla y más lo podrá celebrar si toca el boleto de la Once que Fátima le ha regalado aunque para comprobarlo tenemos que esperar al 11 del 11 del 11 que es el día del sorteo del numerito comprado. En resumidas cuentas que ha sido un día completido de los que me gustan para repetir amenudo.
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