Esta Semana Santa ha sido de las espectaculares en cuanto al tiempo se refiere. Parecía más verano que primavera y hemos disfrutado mucho del sol. Se ha podido pasear, no ha habido que encender la lumbre y hemos aprovechado para organizar un poco las cosas ya para el verano. Marino ha dejado casi todo sembrado, y lo que estaba de la última vez ha nacido todo y da gusto verlo. Los garbanzos naciendo fenomenal, los ajos estupendos, las patatas, los repollos y las lechugas lo más avanzado. En el invernadero ya hay tomates con flores, a ver si hay suerte y comemos antes que el año pasado. A mi museo le hemos agregado lo que tenía de Torreiglesias sin colgar y le he dado un repasito a las telarañas que había unas pocas, me encanta como está. Lo que no ha funcionado muy bien ha sido la incubadora, algo ha fallado y solo ha salido un pollito por lo que nos lo llevamos para Alcalá para cuidarlo directamente por no dejarle solo. Los oficios religiosos también han estado bien, ha ido un canónigo de la Catedral de Avila, los días que ha podido y hemos quedado contentos con él. Solo hemos salido del pueblo una tarde a Fontiveros a ver a la abuela pero no hemos parado así que se ha pasado sin enterarnos.
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