domingo, 8 de septiembre de 2013

Orgullosa en Salamanca. 7 de septiembre






Ayer, y se lo cuento sobre todo a mi compañera Marijose, estuve en el final de fiestas de Salamanca en la ofrenda floral a la Virgen de la Vega. Toñi me llamó para ver si podía ir con el grupo que iba de Machacón a bailar unas jotitas a Salamanca y me hizo mucha ilusión sobre todo porque tenía la ocasión de estar con Marina que últimamente la hemos visto poco. Hizo un día de lluvia abundante y hasta el último momento pensamos que no podíamos salir pero al final se despejó y nos hizo buenísimo. Me pusieron al día de lo que íbamos a bailar en un momento y la cosa fue sobre ruedas. El bailar en la Plaza de Salamanca no es cualquier cosa y sobre todo si está llena de gente y de cámaras de fotos y máquinas de vídeos a tu paso. No se como decir que me sentí pero lo que si se es que me entusiasmó el paseito por el lugar. Desde la ermita fuimos a la catedral dando la vuelta a la plaza, una vuelta de dos horas por el centro, he paseado muchas veces por Salamanca pero este paseo vestida de charra ha sido especial. Lo que hace querer a alguien que te haga vivir un lugar para enamorarte de él. Después de la ofrenda floral nos fuimos a ver los fuegos artificiales que duraron un buen rato y que estuvieron muy bien, la noche acompañó y volvimos a casa cerca de las doce de la noche. Un día inesperado y de lo más grato. 

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