Después de la semana en Torrevieja pasamos por Alcalá, el tiempo justo para comer, descansar un poco, arreglar algunos temas pendientes, ir al médico a por recetas, ver a Alberto y a Flor, y seguimos a Villaflor. Marina también siguió son nosotros, vio a sus padres, cambió la ropa de la maleta y se vino con nosotros. El plan era llevarla a Babilafuente con su tía y al día siguiente lo llevamos a cabo. Allí su prima la ha recibido con los brazos abiertos, ahora a disfrutar en el pueblo que a ella también la gusta mucho. Nosotros estamos como sordos, lo pasamos muy bien con ella y la echamos mucho de menos.
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