viernes, 7 de octubre de 2011

Las cosas sorprendentes de la vida7 de octubre





Algo me ha sorprendido tanto que no quiero pasarlo por alto y dejar constancia escrita de ello. El día que fuimos a Torreiglesias a ver como iba la obra de limpieza del corral hice fotos por todos los lados y al verlas en casa tranquilamente descubrí lo que me llamo la atención, la matrícula del carro de los abuelos o bisabuelos que estaba medio enterrado entre los restos que quedaban de los muladares. Lo que me pareció mentira es que coincidieran los números con la matrícula del coche de mi hermano. Es una casualidad que me pareció increíble y que me ha dado mucho que pensar. ¿Casualidad o el destino? No puedo dejar de pensarlo.

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