Nos han dado la posibilidad de hacer leña y la hemos aprovechado. Han talado un pinar, nos dejan las ramas limpias pero enteras y hemos tenido que serrarlas y amontonarlas porque luego nos lo traen a casa. Hemos ido a las seis o seis y media por la mañana y hasta las diez porque luego no hay quien esté del calor. En cuatro mañanas hemos hecho leña por lo menos para dos años o más, hay un montón. Marino lo ha serrado con la motosierra y yo lo he amontonado con la carretilla porque los troncos estaban esparcidos por todo el pinar. Entretenidos y no muy cansados pero encantados de juntar para el invierno calentarnos porque luego no me corto a la hora de meter en la chimenea y gastamos un montón porque yo soy muy friolera y no quiero tener frío. (Por cierto, los montones de las fotos son dos montones diferentes, porque lo hemos amontonado en dos sitios para no tener que transportar tanto).
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