En el Castro de la Mesa de Miranda. 22 de octubre

Habíamos quedado con Alberto y Lola en Villaflor pero Lola no llegó, Alberto iba con Charo y con su primo David que no conocíamos. Por enseñar al primo algo de la zona y que luego descubrí que era de su interés, fuimos al Castro de la Mesa de Miranda. Marino y Charo no se animaron y yo me fui con Alberto y David. Fue una visita de lo más educativa, el primo era un entusiasta de la arqueología y experto en la materia. Disfruté mucho de sus aclaraciones y aunque ya lo conocía esta vez me pareció mucho más interesante. A mi que también me gustan tanto las piedras salí de allí que daba saltos. La tarde amenazaba lluvia pero además de que no apareció la temperatura fue buenísima y pudimos disfrutar de una tarde estupenda. A la vuelta pasamos por Solana a recoger los quesos para las judías, matamos dos pájaros de un tiro. El fin de semana ha brillado por la ausencia de sol pero no ha hecho nada de frío y hemos podido recoger otro poco de la huerta.