jueves, 14 de abril de 2016

En la Biblioteca Nacional. 13 de abril









Ya hacía tiempo, a primeros de año, reservamos con Alberto y Lola, para hacer una visita guiada en la Biblioteca Nacional de Madrid y nos dieron el 13 de abril. Allí estábamos a las 10 de la mañana que fue la hora citada. Una bibliotecaria jubilada nos hizo de guía y resultó muy amena e interesante. El edificio en general vale la pena visitar y la sala de lectura en particular, es una joyita. La primera piedra del edificio data de 1866 bajo el reinado de Isabel II y se inauguró en 1892 con motivo del IV centernario del Descubrimiento de América, pero hasta 1896 no se abrió al público. (Anteriormente estuvo en otros edificios). Tiene una segunda sede el Alcalá que nosotros ya hemos visitado en otra ocasión y que es totalmente moderno u funcional, nada tiene que ver que este. Me quedé con el hecho de que fue el primer edificio público que contaba con luz eléctrica y calefacción, por lo que debió de ser muy anhelado como centro de trabajo. Visitamos también sus exposiciones y aunque la intención primera para la visita fue porque exponía José Manuel al final no nos entretuvimos mucho porque ya estábamos muy cansados después de más de dos horas de visita. 
La exposición de José Manuel está dedicada a Cervantes, como no, "Miguel de Cervantes, de la vida al mito (1616-2016), merece mucho más tiempo del que le dedicamos y veremos la forma de repetir. Allí está la partida de Bautismo, y una reproducción de la estatua de Cervantes de la plaza, la que se hizo para hacer la actual. Alusiones a su paso por media España, sus obras y cosas menos conocidas de su vida. Al final al acabar el año seguro que sabemos mucho más de Cervantes, al menos eso espero. 
Después visitamos algunos bares típicos madrileños muy originales y comimos muy bien cerca de la plaza España en el bar de un Abulense. Pasemaos por Chueca, por la Rivera del Manzanares, por la Plaza de España... en fin  disfrutando de lo mucho que hay para disfrutar en Madrid y además en buena compañía, no se puede pedir más. 

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