Estábamos echando de menos a Fátima y a Benito y al fin llegaron y nos dieron la alegría. Maríno había recogido los garbanzos y les tocó la ardua tarea del ordeño. No era obligatorio pero era el mejor entretenimiento que teníamos en las horas frescas del día. Desde que llevamos en Villaflor fue el primer día que calló algo de agua, siempre que vienen ellos llueve, es curioso. Aprovechamos para ir un día a hacer la compra a Avila y así tomamos una cervecita y cambiamos de aires porque este verano tenemos pocas oportunidades. Paseamos mucho, hasta nos fuimos andando a tomar una cerveza a San Pedro, luego Marino nos buscó con el coche. También fuimos sin Marino, los tres, porque Marino se quedó ocupándose de su madre, a ver una representación que anunciaban a bombo y platillo en Avila con motivo del Centenario de la Santa pero no nos pudimos posicionar bien y nos quedamos con las ganas de verlo en todo su esplendor. Poco más hicimos pero estuvimos muy entretenidos, son de las visitas que se agradecen un montón, tenemos muchas cosas en común y estamos agusto juntos que es lo importante.
.jpg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario