Despedimos el año merendando juntos. Compartimos lo que llevamos y pasamos un rato de tertulia. Quedamos en llevar un poco cada uno pero al final se convierte en algo imposible de terminar. Hornazo, empanada, embutido, queso, esquisiteces de Toñi y no se cuantas cosas más. Lo dicho, imposible de comer todo lo que había en la mesa. Hemos terminado cantando un poco y con es estómago bien lleno.
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