El segundo día nos vamos tempranito a Malinas, una población pequeña pero muy atractiva de Flandes. Edificios espectaculares, la Catedral con una torre impresionante pero lo que nos dejó mejor sabor de boca fue ver ensayar a unos niños en la Catedral con una directora jovencísima y que nos entusiasmó. Desde allí a Lovaina donde la imagen del ayuntamiento no se me olvidará en la vida, gótita, espectacular. y por la tarde una visita panorámica a Bruselas, a ratos andando y a ratos en bus. Paseamos por el centro y vimos al Manneken Pis en su versión original y ahora me ha gustado más. También fuimos al Arco del Triunfo y al Atomium, que no me imaginaba tan grande. Todo el día viendo cosas que me dejaban pasmada. Me ha encantado el día.
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