El segundo día nos levantamos
a desayunar, el desayuno estaba incluido en el precio y resultó ser
de lo mejorcito. Café, leche, zumo de naranja natural, colacao,
nescafé, fruta variada, bizcocho casero, pan para tostadas,
mermelada casera, mantequilla, miel, aceite de oliva, no se si se me
olvida algo más pero en conclusión, era expléndido. Tenías
reservado desde hacía meses en la Reserva Natural de la Biosfera de
Muniellos, la cita en Tablizas y lo previsto era de 0 a 20 km. una
ruta circular y al llegar nos aconsejaron hacer un tramo hasta la
llegada a un lago, el día era lluvioso y peligraba algún tramo. El
recorrido fue en torno al río Muniellos a su paso por un bosque.
Durante el recorrido cruzamos un montón de puentes que nos llevaba a
un lado y otro del río y que te muestra casi darte cuenta las
maravillosas vistas y la abundante flora del lugar. Anduvimos tres
horas de ida en subida y dos y media de vuelta en bajada. Comimos en
el alto y al regreso descansamos en un bar del pueblo y compartimos
un agradable rato antes de ir a poner un rato las piernas en alto que
ya estaban pidiéndolo a voces. Cenamos en el bar de la casa y nos
fuimos de verbena al pueblo de La Pescal, cuando llegamos la orquesta
sonaba sin nadie que acompañara así que fuimos bienvenidos y
disfrutamos un rato bailando y tomando un cubata. Dimos por terminado
el día que a las piernas les estaba resultado ya muy largo.
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