Los cochinillos 1 de septiembre

Esto del pueblo da para todo, nos ofrecieron unos cochinillos pero no nos los daban ya preparaditos para comer sino en una caja vivitos y coleando y no sabíamos que hacer con ellos. Enrique se ofreció a enseñar a Marino, y digo a Marino porque a mi eso ni se me ocurre, a prepararlo y parece ser que la cosa no es tan complicada para ellos después de haber hecho matanzas toda su vida, matanzas de cerdo claro está. Que al final pesaban alrededor de los 6 kilos, no llegaban y que esperamos dar constancia del resultado final de la cadena que empezando por ir a recogerlos acaba en el estómago y seguro que en un día de los buenos, o alguno más porque es mucho cochinillo para comerlo de una atacada, vamos digo yo.