El lunes era el día de San Blas y se celebró con misa, una corta procesión porque hacía malísimo y un aperitivo que ofreció el ayuntamiento que como eramos poquitos tocamos a mucho. Pensábamos volver el lunes a Alcalá pero nos animó a quedarnos el saber que había organizada una cena para celebrar el día del Santo. Cenamos en el bar una opulenta cena y nos juntamos veintitantos, pasamos un rato la mar de agradable y nos fuimos a casa tardísimos. Otro día sin parar, repito lo mismo, lo que pensé que iba a ser una semana encerrada han resultado ser unos días muy entretenidos y variados. Lo he pasado estupendamente.
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