Ya
toca regresar pero hemos aprovechado el día al completo. Hemos regresado bajando por Portugal y hemos parado a ver Braga, no nos pillaba mal y nos
apetecía comer bacalao, los que podemos, y hemos matado dos pájaros
de un tiro. Braga es una ciudad muy bonita, hemos visitado la
Catedral, un para de iglesias y hemos subido a una torre para ver una
panorámica de la ciudad desde las alturas. Hemos recorrido sus
calles y hemos comido el bacalao deseado. Impresionante lo que ponen
de comida. Estaba buenísimo y cantidad para no poder arrebañar los
platos. Después un cafelito en un café muy original y carretera y
manta. Hemos parado en Vilar Formoso para descansar un rato y hemos
comprado algún recuerdo del lugar. En San Pedro hemos cenado y ahora
a dormir en casa y a descansar que lo necesitamos. Han sido unos días
estupendos, el hotel muy familiar, la comida del hotel para llorar
por no ponérnoslo acabar ni un día, y de la compañía no hay nada
que decir porque sabemos que jugamos a caballo ganador así que no se
puede pedir mas que ojalá podamos repetir muchas veces.
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