Como no podía ser de otra manera nosotros que somos futboleros no podíamos estar en otro sitio más que delante de la tele a las 9,45 el día 1 de julio de 2012. Estamos en Torrevieja y decidimos verle tranquilitos en nuestra casa. Los tres, Marina, Marino y yo. Marina se adecentó para la ocasión y los tres disfrutamos un montón del partido. Cuando terminó nos fuimos a que Marina se tomara un helado que la habíamos prometido si ganaba España y las promesas hay que cumplirlas. El alboroto era tal por las calles que con la cabeza loca nos volvimos a casa y en casa la cosa no fue mejor porque en un primero y en una calle principal, no eramos capaces de oírnos ni nosotros en el salón. Haciendo bueno el refrán de que sarna con gusto no pica no nos alteramos lo más mínimo y aguantamos en el balcón hasta que la cosa se tranquilizó y nos pudimos ir a dormir.
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