Lucio y Esperanza nos regalaron una barbacoa pequeñita y nos hemos decidido a estrenarla. Compramos unos filetes de ternera, cogimos una lechuga y una cebolla y nos decidimos a cenar en la huerta, de postre las nueces. La noche era estupenda y se estaba de maravilla en el lugar así que la cena duró un buen rato y los postres más porque nos quedamos allí hasta que casi ya no se veía. Creo que vamos a repetir más veces porque es muy relajante.
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