El domingo se presentó mi cuñado Teo con una carro que ha hecho él para que lo acopláramos a la mulilla mecánica. La presencia no era buena pero le vimos posibilidades. Estaba muy oxidado, muy sucio y con una madera de asiento llena de grasa. Nos pusimos manos a la obra, Marino cambió las maderas y yo limpié y pinté y el resultado es un carro modesto pero resultón. Esperamos que a Marino le quite algo de trabajo pesado, cualquier cosa para trabajar menos siempre es bienvenida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario