lunes, 4 de junio de 2018

Un viaje relámpago el 24 de mayo













Cuando estuvo Alberto en Torreiglesias había una gotera en la habitación de mi madre y con lo que ha llovido yo estaba preocupada y aprovechando que Marino no podía hacer gran cosa en la huerta nos fuimos a ver como andaba. No estaba mal, al contrario, secándose pero ya vimos lo que era y que tiene fácil solución. Solo es que se ha movido alguna teja al arreglar el tejado de casa de Uge pero solo es colocarlo y luego llamar al seguro para pintar. Este verano cuando vaya Alberto lo solucionamos. Desde allí fuimos a Arévalo a ver a la pequeñaja que nos pillaba bien y está majísima, la mar de espabilada. Terminamos en Fontiveros, allí comimos vimos a Alicia que nos hizo mucha ilusión verla con su Mateo ya tan gordita y luego ya fuimos a ver la casa nueva de mis cuñados que no habíamos visto terminada, bueno casi terminada porque terminarla ya será otra historia. Es un caserón y van pasito a pasito. Cuando llegamos a Villaflor nos parecía mentira que hubiéramos hecho tantas cosas en tan poco tiempo pero se nos dio muy bien y nos alegramos mucho de hacerlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario