Un año más hemos pasado Nochebuena y Navidad en Avila, nos fuimos los tres el sábado, comimos en el pueblo y después nos fuimos para Avila. Yo disfruté como una enana con la sobrina nieta, Lucía se portó fenomenal y se dejó cuidar sin importarla en que brazos estaba y yo la tuve un buen rato, lo que me dio la oportunidad de abrazarla, darla el biberón y observarla sin parar. Fue una tarde estupenda. Cenamos y después nos fuimos a dormir a Villaflor para volver de nuevo a la hora de comer el día de Navidad. Fue corto pero agradable y hogareño.
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