Hemos estado en el pueblo y no queríamos volver sin ver a Marta que la queda muy poquito para tener a su niña y no la habíamos visto gordita. Les llamamos y enseguida nos abrieron los brazos y nos recibieron con mucho cariño los dos. Marta está majísima y su Lucía ya con 2,700 de peso que no está nada mal a falta de un mes el día que le dijeron el peso porque ahora la quedan solo días para salir y dejarnos disfrutar de ella. Dimos un paseo por la bonita villa, según unos y ciudad, según otros, sea lo que sea es digna de pasearse de noche, fue un paseo de lo más agradable. Terminamos, como no, tomando algo y nos amenizó la charanga del lugar, El meneito que nos pareció estupenda. Aunque fue corta la visita lo pasamos fenomenal y nos vinimos con la sensación del deseo realizdo. Ahora deseando que nazca Lucía para ir a conocerla.
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